miércoles, 22 de junio de 2011

Félix Mendelssohn, Op. 63 - nº 4

"Herbstlied" (Canción de otoño) es el nombre de este duo; el texto es un poema de Carl Klingemann, amigo de Mendelssohn, que lamenta el final del verano. Como curiosidad, este Lied se diferencia y contrasta con los del resto de la colección porque las voces muestran un cierto grado de independencia rítmica, van alternando en varios lugares de la pieza y en dos puntos concretos, una sola voz mantiene el sonido mientras la otro continúa con una línea en movimiento.


Ach, wie so bald verhallet der Reigen,
Wandelt sich Frühling in Winterzeit!
Ach, wie so bald in trauerndes Schweigen
Wandelt sich alle der Fröhlichkeit!

Bald sind die letzten Klänge verflogen!
Bald sind die letzten Sänger gezogen!
Bald ist das letzte Grün dahin!
Alle sie wollen heimwärts ziehn!

Ach, wie so bald verhallet der Reigen,
Wandelt sich Lust in sehnendes Leid.

Wart ihr ein Traum, ihr Liebesgedanken?
Süß wie der Lenz und schnell verweht?
Eines, nur eines will nimmer wanken:
Es ist das Sehnen, das nimmer vergeht.




¡Ay, cuan pronto el ciclo termina
y la primavera se convierte en invierno!
¡Ay, cuan pronto en tristeza
y silencio se convierte toda la alegría!

¡Qué pronto los últimos sones han expirado!
¡Qué pronto las últimas aves cantoras se han ido!
¡Tan pronto el último verdor se marchitó!
¡Todos ellos quieren volver a casa!

¡Ay, cuan pronto termina el ciclo,
y el placer se convierte en añorante pena!

¿Fuisteis un sueño, vosotros, pensamientos de amor?;
¿dulces como la primavera y rápidamente desvanecidos?
Algo, solamente algo, jamás quiere flaquear:
es la añoranza, que nunca desaparece.



"Lo que la música que amo me expresa no es un pensamiento demasiado indefinido para ser puesto en palabras, sino, al contrario, demasiado definido. Considero que los esfuerzos orientados en expresar tales pensamientos -en palabras- son loables, pero aun así me parece algo totalmente insatisfactorio..."  F. Mendelssohn.

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